Ciudadanía y Gobierno: voluntades necesarias para habitar en una ciudad resiliente
Por Lauren Céspedes Hernández
La resiliencia urbana como la capacidad que tienen las ciudades para resisitir, absorver, adaptarse y recuperarse ante desastres y situaciones adversas —aunque ya no es un concepto tan desconocido entre nuestros conciudadanos— hace alrededor de 15 años se empoderó en el escenario internacional y un año y medio que se formuló un Proyecto Nacional en pos de contrarrestar las vulnerabilidades del espacio urbano.
Como resultado y para exponer las buenas prácticas en el campo, en estos días se realiza en La Habana, el taller final del Proyecto de Resiliencia Urbana donde se intercambia sobre la construcción de viviendas seguras y erradicación de la precariedad; la eficacia del catastro como sistema de información y descripción de los bienes inmuebles; la reutilización del escombro —como materia prima reciclable, unido con recursos naturales— en la producción local de materiales de construcción a menor costo, entre otros tópicos.